La mayor parte de las personas lo han vivido: en la cabina de un equipo de fútbol de hombres puede llegar a oler bastante mal. ¿Es un problema de los hombres o en realidad en el vestuario de las mujeres huele de forma similar? ¿Se trata solamente de un mito o de un hecho que los hombres transpiran más fuertemente que las mujeres?

Un estudio del año 2010 de la Universidad internacional de Osaka en Japón constató claras diferencias. Los hombres transpiran realmente más que las mujeres. Durante una prueba de esfuerzo bajo determinadas condiciones se pudo constatar que los hombres transpiran más que las mujeres. Además, tanto los hombres como las mujeres participantes con entrenamiento transpiran más que las personas no entrenadas.

Un estudio de la National Strength and Conditioning Association de Estados Unidos lo confirma. En este estudio científico se pudo ver que las mujeres pierden una media de 0,57 litros de sudor por hora al hacer deporte. En el caso de los hombres la media es de 1,2 litros. Por lo tanto, el grado de transpiración era más alto en el caso de los hombres.

La transpiración no es sólo un efecto físico colateral al realizar deportes exigentes o trabajos corporales fuertes. Quien transpira al realizar estas actividades, baja la temperatura corporal dado que el sudor se evapora en la piel protegiendo al cuerpo contra el sobrecalentamiento.

Por cierto: el tipo de la transpiración también depende del estado físico y está unido a una paradoja, puesto que haciendo la misma actividad las personas deportistas transpiran más rápidamente que las personas no entrenadas. Esto es necesario porque el cuerpo del deportista reacciona rápidamente a la necesidad de fresco y lo regula velozmente empezando a sudar. Es decir que las glándulas sudoríparas de las personas entrenadas secretan la cantidad óptima de sudor de manera tal que la superficie corporal se humedece de forma homogénea y la temperatura corporal se regula. Esto, a su vez, aumenta la capacidad de rendimiento.

En las personas no entrenadas se produce frecuentemente el siguiente fenómeno: Las glándulas sudoríparas exageran y producen demasiado sudor generando gotas. Estas no pueden evaporarse tan bien en la piel ni regular la temperatura corporal. Esto además provoca que se pierda importante cantidad de líquido reduciendo la capacidad de rendimiento.

El estado físico tiene, por lo tanto, una influencia considerable sobre la cantidad de transpiración de mujeres y hombres. A esto hay que agregar la función genética de las glándulas sudoríparas. Éstas son diferentes entre mujeres y hombres. Mientras que las mujeres disponen de muchas más glándulas sudoríparas activas, los hombres transpiran más fuertemente que las mujeres por cada glándula sudorípara. Además, los hombres por lo regular disponen de una masa muscular más grande que, a su vez, les provee de una temperatura corporal más alta al hacer esfuerzo físico. En consecuencia, se genera un gran calor y, a su vez, más sudor.

Otra razón posible de las diferencias en la cantidad de transpiración son las hormonas. De esta forma, la testosterona masculina se ocupa de una mayor producción de sudor que el estrógeno femenino.

En otro estudio los investigadores de la Polish Academy de Warschau descubrieron que las mujeres a pesar de la poca cantidad de sudor están en condiciones de mantener una temperatura corporal normal. Las mujeres transpiran de forma más efectiva, dado que su sudor se evapora más rápidamente en la piel que en el caso de los hombres. Esto, a su vez, baja la temperatura del cuerpo.

No importa quien transpira de forma más efectiva o más rápidamente: Al fin y al cabo, tanto hombres como mujeres luchan contra el sudor. Para prevenir los olores desagradables es recomendable utilizar durante el deporte el spray de Hidrofugal Classic con 48 horas de protección permanente. Por el contrario, el spray frescura de ducha de Hidrofugal es la solución perfecta después de la merecida ducha.