Después de disfrutar una pizza pesada y picante muchas personas empiezan a transpirar. No pocas veces son las gotas de sudor en la frente, manos húmedas o manchas bajo las axilas la consecuencia de una comida tan picante. Es un hecho que la alimentación tiene influencia sobre el sudor y el olor corporal. Algunas comidas activan la producción de sudor y hacen que la transpiración aumente.

Pero con la alimentación correcta y la renuncia a ciertos productos se puede reducir el sudor axilar exagerado. Un cambio en la alimentación puede ser también el primer paso para tranquilizar las glándulas sudoríparas hiperactivas.

Fast food, chocolate, comida precocinada, pero también el pan blanco tiene muy pocas fibras alimenticias. Además, les faltan las enzimas necesarias para que la digestión funcione bien. El resultado: el cuerpo tiene que trabajar el doble para digerir las comidas dulces o grasas. Para ello necesita una gran cantidad de energía que hace que la temperatura corporal aumente y que lleva a transpirar más fuertemente.

También las comidas picantes provocan una transpiración más fuerte. El problema es que en muchos tipos de ajíes se encuentra un alcaloide natural que se llama capsaicina. Durante la comida el cuerpo piensa que la temperatura corporal aumenta. Pero, sin embargo, esto es una falsa alarma. Así se activan las glándulas sudoríparas y el sudor comienza a fluir automáticamente.

El café por la mañana no sólo es la señal de arranque para el día sino que también activa las glándulas sudoríparas. La razón de esto es que la cafeína es un medio irritante que estimula el sistema nervioso central y aumenta la frecuencia cardíaca así como la tensión sanguínea. Esto, a su vez, activa las glándulas sudoríparas y lleva a transpirar más fuertemente.

Por suerte, hay también alimentos que pueden reducir la transpiración. El calcio, por ejemplo, no sólo fortalece los huesos, sino que puede reducir también la producción de sudor. Es un mineral muy importante que el cuerpo necesita para la regulación de la temperatura. Entre otros, el yogurt de bajas calorías y diferentes tipos de queso contienen grandes cantidades de calcio.

También la vitamina B puede reducir al mínimo la transpiración, puesto que apoya las funciones metabólicas y la comunicación interna de las vías nerviosas. La vitamina B se encuentra, sobre todo, en las leguminosas, los productos animales y los cereales. Si falta la vitamina B, el cuerpo consume más energía y la temperatura aumenta. También el aceite de oliva es un buen medio para facilitar la digestión y aliviar el cuerpo. En consecuencia, produce menos calor y transpira menos.

Junto con la renuncia a la alimentación que provoca el sudor, una alimentación sana apoya la regulación del sudor. Naturalmente, no pueden faltar las frutas ni las verduras. Son ricas en vitaminas, se componen en gran parte de agua y contienen ricas fibras alimenticias.

Si a pesar de la alimentación correcta tiendes a tener una transpiración fuerte, puedes protegerte de forma efectiva con un antitranspirante.